Because of Jesus Christ (Video)
No hace mucho, tuve una conversación con una hermana de nuestra estaca que se siente mal porque, a pesar de sus mejores esfuerzos, no ha podido llevar nombres de su familia al templo todavía. Hay algunos retos familiares y discográficos que no ha podido superar. Sentí su desaliento y decepción mientras hablábamos.
La alenté a que buscara la ayuda del líder de templo e historia familiar de su barrio y, con suerte, podrán encontrar la información que necesita.
Quizás otros de nosotros también nos hemos sentido decepcionados o desalentados en nuestros esfuerzos con la obra de historia familiar o en algún otro aspecto de nuestra vida.
Una de las principales lecciones que estoy aprendiendo de nuestro estudio del Antiguo Testamento este año es que a veces las promesas del Señor tardan en cumplirse.
A Abraham y Sara se les prometió que serían los padres de una nación poderosa con una posteridad tan numerosa como las arenas del mar. Pero durante noventa años, Sara fue estéril, incapaz de tener hijos. ¿Podemos imaginar el coraje y la determinación que necesitaban para confiar en la promesa del Señor y permanecer fieles todos esos años? (Génesis 11)
En su discurso más reciente en la Conferencia General, el élder D. Todd Christofferson ofreció este consejo a aquellos de nosotros que podemos estar enfrentando dificultades, traiciones o contratiempos en nuestras vidas.
“…en vez de enojarse con Dios, acérquense a Dios. Invocad al Padre en el nombre del Hijo. Camine con Ellos en el Espíritu, día a día. Permítales con el tiempo manifestar Su fidelidad hacia usted. Venid verdaderamente a conocerlos y a conoceros verdaderamente a vosotros mismos. Que prevalezca Dios”.
“Al final, lo que buscamos es la bendición de una relación cercana y permanente con el Padre y el Hijo. Hace toda la diferencia y siempre vale la pena el costo”.
“Confía en el Señor con todo tu corazón; y no te apoyes en tu propia prudencia.
“Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas”. (Proverbios 3:5,6)
Oro para que en lugar de sentir desánimo o pérdida de la fe, veamos el tiempo que estamos esperando por el cumplimiento de las promesas del Señor como un tiempo para “acercarnos a Dios”... para conocer a Él mejor.
Que cada uno de nosotros nos esforcemos por hacer lo que podamos para ver el cumplimiento de las promesas del Señor... y luego encontrar la paz mientras permitimos que la sabiduría del Señor determine el momento de nuestras bendiciones.
Les quiero.
Presidente Gardner