Because of Jesus Christ (Video)
Nuestro Hogar Eterno
El domingo asistí a la reunión de la Sociedad de Socorro en el barrio Millrace como parte de su conferencia anual de barrio. Para el himno de cierre, cantamos una canción titulada “Hay Un Hogar Eterno”. Hasta donde yo sé, este himno es exclusivo del himnario español. La primera vez que escuché la canción fue cuando era misionero hace muchos años en México. Usualmente, cantado en los funerales, el mensaje de este hermoso himno es que hay un futuro y un lugar... donde podemos estar libres del dolor... y donde todos podemos sentir el amor de nuestro Salvador.
Jesús explicó estas ideas a sus antiguos apóstoles de esta manera…
“No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, os lo hubiera dicho. Voy a prepararos un lugar...Vendré otra vez, y os recibiré conmigo; para que donde yo estoy, vosotros también estéis... Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí. (Juan 14:1-6)
Vivimos en un mundo caótico y turbulento. Es fácil dejarse arrastrar por el torbellino de los acontecimientos diarios... la hipérbole de la humanidad. Satanás quiere que creamos que este mundo es todo lo que hay... que no tenemos responsabilidad ni filiación espiritual... ninguna esperanza de algo más grande.
Sin embargo, las enseñanzas del Salvador aportan un enfoque espiritual a nuestra vida que nos ancla y evita que seamos atraídos por la ilusión del adversario.
Lo cierto es que “hay un hogar eterno”. Somos seres eternos con padres celestiales. Hay responsabilidad en esta vida, pero está inseparablemente conectada con la misericordia y la gracia de Jesucristo. Seguirlo puede traer una paz interior que “sobrepasa todo entendimiento”, incluso cuando todo a nuestro alrededor está en conmoción. (Filipenses 4:7)
El presidente Nelson, en su función de presidente y profeta, nos ha invitado a todos a “volver [nuestro] corazón, mente y alma cada vez más a nuestro Padre Celestial y a Su Hijo Jesucristo”.
Esto requiere un esfuerzo consciente. Elegimos tomar tiempo para orar fervientemente cada día y prepararnos para el sacramento cada semana. Se nos recuerda nuestra naturaleza eterna mediante el estudio diario de Sus palabras; por la adoración frecuente en el templo.
Invito y animo a todos a aprovechar estas cosas simples que pueden traer paz... mientras el mundo grita cada vez más fuerte para distraernos y desanimarnos.
Ruego que todos podamos permanecer firmemente anclados en Él y seguirlo de regreso a nuestro hogar eterno.
Los amo.
Presidente Gardner